De chiquillo, y en la educación religiosa o espiritual, recuerdo que me decían: el cuerpo es un templo y el alma el altar, por lo tanto mantén el templo a manera de que sea digno para el altar, y como podemos mantener el templo? Pues la mayoría sabrá que el correr ayuda considerablemente.
Es seguro que si estamos en buena forma física y hemos
hecho esto del correr una disciplina y un habito, nos sentiremos más inspirados
para levantarnos temprano en las mañanas para meditar y porque no, hasta rezar
y de alguna forma hacer las cosas de la mejor manera.
Es muy cierto que si te encuentras sano, será mucho más
fácil levantarse a las 4:30, 5 o 6 de la mañana ya que lo que comúnmente dicen;
tu reloj biológico te hará levantarte.
Y bueno, no es que precisamente debamos darle gracias a
un Dios pero igual cada quien tendrá porque agradecer el hecho de tener un día
mas, los creyentes a un Dios, algunos a la misma vida, en fin, como digo, cada
quien dependiendo de sus creencias.
Tanto el correr externo como el correr interno son
importantes en la vida del hombre, una maratón consta de 42 kilómetros, esa
podría ser una de nuestras metas pero cuando iniciamos en esto del correr, no
podemos hacer esa distancia pero practicando cada día desarrollamos más
aguante, velocidad y perseverancia.
Gradualmente transcendemos nuestra limitada capacidad y
finalmente desarrollamos lo necesario para alcanzar los objetivos planteados.
En el correr interno sucede lo mismo, si de alguna manera
meditamos y aquellos que acostumbran rezar lo hacen, se aumenta la capacidad
interna y muchas veces esa fuerza interior es lo que hace que logremos cosas
que parecen increíbles.
Y díganme si no, el correr externo da para que pensemos,
meditemos y hasta recemos por minutos y hasta horas y como dije; esto de alguna
manera nos ayuda tanto en nuestra vida interna de aspiración como en nuestra
vida externa de actividad.
Aquel que por años se ha matado en los entrenamientos, ha
desarrollado una capacidad para buscar cristalizar sus objetivos, y bueno es el
momento en que quizás Dios muestra el poder que da el trabajo, la constancia y la disciplina.
De esa misma forma, cuando entrenas durante mucho tiempo,
también existe el espacio para meditar y eso de alguna forma da fortaleza a tu
espíritu y adquieres una fuerza de voluntad para lograr aquello que te has
propuesto como correr una maratón.
Y bueno para aquellos que creen, en estos recientes días que pasaron y fueron de meditación, no detengan su carrera tanto interna como externa, sigan cuidando
ese templo para que sea digno al altar que es el alma la cual tiene una carrera
interna mucho más importante, la carrera hacia la eternidad y de alguna manera
siempre he pensado que nuestra historia puede ser eterna, así que a darle con
fuerza a los entrenos y de paso a la meditación hasta cruzar la meta.
Muy bonito Titan, y muy cierto!
ResponderBorrarUn abrazo amigo.