Hace algún
tiempo en una entrada que publique; "Si te echaste un maraton esa es mas facil", escribía acerca de algunas sensaciones que
experimento en plena competencia.
Hoy en día,
algunos me siguen preguntando cuales son mis sensaciones en competencia, que
pienso en esos momentos que estoy corriendo, sobre todo en los kilómetros finales, pues bien, tratare de describirlo nuevamente.
Casi a la mayoría
de corredores, antes de iniciar una competencia, los nervios invaden a la
persona y la adrenalina hace presa de ellos. Aquel que diga que no se pone
nervioso, pienso que es porque posiblemente las competencias ya no le
satisfacen, es cierto que con el paso de los años te vuelves un “viejo lobo de
mar”, perdón del "asfalto", y aprendes a controlarlos pero al final, ahí están.
Incluso por
facebook escribí: “aquel atleta que dice que no sientes nervios antes de una
competencia o tiene una predisposición a la misma, es porque es un mentiroso o
un mal atleta”.
Desde días
antes se empieza a sentir esa sensación de vacío en el estomago, cual mariposas
revoloteando dentro de uno, las piernas cosquilleando, dicen que estamos como
novios hacia la competencia.
Los nervios
me toman por asalto, y es que se que nuevamente tendré que echarle los kilos
para dar un buen desempeño, para ubicarme entre los primeros, para tratar de
mantenerme y si se puede, ganarle a compañeros y demás corredores, y si eh,
porque al final en la competencia, todos somos rivales a vencer, aunque dicen
que al único rival a quien debes de vencer es a ti mismo, al final también
tienes parámetros e intentaras ir por ellos.
Piensas en
la estrategia a utilizar aunque por mucha estrategia que lleves, las cosas se
dan al momento de estar corriendo.
Es cuando a una semana previa de que se lleve a cabo el evento, empiezas a prepararte, mentalmente, a cuidar tu alimentación, a pensar en estrategias, a sentir la adrenalina y quisieras salir corriendo como para sacar lo que llevas dentro.
Creo que los nervios también son, porque por diversas cosas, el blog, la gente que me sigue, porque esto me vuelve protagonista, y es que de alguna forma, hay gente que esta expectante a mi desempeño en la competencia, gente que puede ser, porque le da gusto que triunfe y también los hay, los que les gustaría que fracase, y como alguien comento alguna vez, al haber esto, es como que estar un poco mas comprometido.
También
sucede, por lo menos en mi, que me duelen los pies, un poco de miedo a
enfermarme, quizás eso haga que sienta ciertos malestares de gripe.
La
tecnología juega un gran papel y así como se levanta la pasión hacia un partido
de fútbol, así se levanta la pasión con frases adornadas con fotografías.
La emoción
lo embarga a uno cuando un día antes vas a recoger tu paquete, lo mas recomendable
es que vayas personalmente ya que así, tendrás tiempo de preparar todo el
arsenal desde un día antes y evitaras al siguiente día andar con los nervios de
que llega o no llega el que trae mi paquete.
Y que tal
cuando a unas cuantas horas te diriges hacia el evento, en mi caso, lo
relaciono mucho como cuando iba a un concierto de heavy metal, sientes emoción,
nervios, y luego cuando empiezas a ver a otros que al igual que tu van al
encuentro de su cita, las caras serias, algunos bromean, dicen por ahí, viajas 300 kilómetros para
tan solo correr 10, y algunos hasta les sale la camaradería y ahí empiezan a
platicar de técnicas y hasta amigos terminan.
Una vez en
el lugar, empiezas a trotar como para ir aflojando las piernas, pero, la
emoción sigue invadiendo tu espíritu de guerrero.
Varios de
mis compañeros, siempre me hacen comentarios acerca de que me pongo muy serio
minutos antes del pitoletazo, no es que este enojado ni nada por el estilo,
simplemente es la concentración que tengo, como dije; siguen siendo los
nervios que hacen presa de mi.
No y que me
dicen una vez entrando al bloque de salida o comúnmente conocido como
“corrales”, por allá uno verificando los cordones de sus tenis, otro moviendo
los brazos circularmente, aquel estira las piernas, otro elevando la mirada al
cielo como implorando a los Dioses, todo es como una especie de ritual, los hay hasta
aquellos que se anclan a algunas cabalas y bueno, estas a minutos de que suene
el disparo de salida, pensamientos de duda embargan a nuestro ser, es cuando
debes de confiar en ti, en tus éntrenos, en que estas preparado para eso y mas,
que las horas que invertiste en los éntrenos no fueron en balde, en esos
momentos, mis pulsaciones andan arriba de 120 por minuto y eso que aun no he
empezado a correr.
Y una vez
me persino, bang!!! ha sonado el disparo, sales en estampida, de salir todos en bola, la adrenalina
te lleva a correr el primer kilómetro muy rápido pero debemos amoldarnos al
ritmo que queremos correr la competencia o de acuerdo a tu estrategia, al kilómetro
2 o 3 ya empiezas a colocarte entre los punteros de la carrera, es cuando se
hace una fila de corredores, puede sonar a vanidad pero desde que empecé a
participar en competencias, he tenido la fortuna de correr hasta el frente, es
decir, no vengo con el montón de corredores (con el debido respeto ya que se
que todos hacen su mejor esfuerzo), y eso de alguna manera, juega un papel psicológico
pero a la inversa, es cuando una vocecita dentro de mi me dice: “que haces aquí, salte” esto comúnmente
me pasa siempre por el kilómetro 3 y es cuando nuevamente hay que sobreponerse
con pensamientos positivos.
Cuando
inicia la competencia, normalmente quedo entre los punteros, pasados unos cuantos minutos, empiezo
a acomodarme en el ritmo que voy a manejar, veo que muchos me empiezan a pasar
pero digo para mis adentros: “adelantito nos vemos”, una vez rebasado el k5,
algunos corredores de los que me rebasaron, empiezan a quedar, veo los que van
adelante, los empiezo a estudiar, veo su ritmo y poco a poco empiezo a
recortar distancia, eso si, he aprendido la lección ya que antes, daba
“jalones” para rebasarlos pero al final eso me perjudicaba, hoy trato de
mantener el ritmo, claro que de repente aprieto un poco.
También el
hecho de llevar ya unos cuantos años en competencias, de leer por aquí y por allá,
me ha hecho un corredor con experiencia, y es que, en plena competencia, debes
de aprender a saber como moverte, a saber que tienes que hacer al momento, eso
me lo dijo una vez Ricardo Cuellar, un gran corredor elite de los 80 y bueno,
ya que llego el por aquí; les voy a platicar una experiencia, mi Richard, es
con todo respeto hermano, en cierta ocasión que corrimos aquella competencia en Coyoacan, la verdad es que siempre que veía que me rebasaba Ricardo,
comúnmente al inicio, eso me desanimaba un poco, pero pues tenia que seguir,
ese día, me alcanzo por el km3, y pensé, “oh no!! otra vez lo mismo”, aunque me
dije para mis adentros: “el ya hizo el esfuerzo por alcanzarme, puede estar un
poco cansado”, empecé a escuchar su respiración y en base a eso, empecé a
trabajar mi estrategia, en un momento el apretó sacándome unos cuantos metros, pensé
que se iba, pero me coloque detrás de el, y cuando creí que era el momento
justo, di el “hachazo” como dijo el buen Gonzalo y ataque, esa misma estrategia
aplique con el corredor que iba a adelante, y me funcionaron las cosas.
Pero bueno,
unos cuantos kilómetros antes de llegar a la meta, llega el momento en
que siento que ya no puedo, escucho gritos de amigos, compañeros, gente que
esta expectante al paso de los corredores, eso de alguna forma me revitaliza, yo
mismo empiezo a decirme cosas y pueden llegar hasta ser groserías, le platicaba
a una amiga y compañera de equipo referente a los gritos de apoyo : “es que muchas veces no les puedo
contestar a todos los que me gritan, porque si voy en sentido contrario, cada
determinado numero de metros, escucho gritos de aliciente, entonces tendría que
ir; vamos!!!, vamos!!! vamos!!! a cada rato y prefiero ahorrar energías para el
cierre final”.
Llega el
momento en que las piernas empiezan a doler por el esfuerzo o mas bien el cansancio, estoy ubicado en la zona del dolor, he rebasado el umbral, hay algunos amigos que me han dicho que insconcientemente, ellos les da miedo rebasar ese umbral y prefieren seguir en su zona de confort, me dan ganas de parar pero el orgullo me hace seguir adelante, imploro al cielo, es cuando empiezo a hablar con Dios, que me de
la fuerza necesaria para terminar esa carrera, por ahí hasta balbuceo algunos
rezos, pido la ayuda a los que ya se fueron de este mundo, vienen a mi mente
las personas que son muy importantes en mi vida, aquellas que me están animando
a que puedo hacer las cosas y que puedo lograr lo que me proponga, y por ellas, empiezo a animarme, quiero que se sientan orgullosas de mi, eso como que me
revitaliza nuevamente, y de la nada me llega un “ultimo aire”, ese que me da
fuerzas para faltando 1 kilómetro,
acelerar un poco el paso y prepararme para cerrar con todo.
Sinceramente, cuando surge algun corredor que esta peleando codo a codo conmigo en la ruta, me da un poco de nervios, es cuando tiene uno que reaccionar y confiar en la capacidad de que se le puede ganar, si por el contrario, veo que se va, eso no me mortifica, simplemente pienso que trae mas preparación que la mía.
Sinceramente, cuando surge algun corredor que esta peleando codo a codo conmigo en la ruta, me da un poco de nervios, es cuando tiene uno que reaccionar y confiar en la capacidad de que se le puede ganar, si por el contrario, veo que se va, eso no me mortifica, simplemente pienso que trae mas preparación que la mía.
Y una vez
cruzar la meta, sentimientos embargan mi espíritu, plagado en el romanticismo
hasta las lágrimas amenazan con salir de mis ojos, quizás algunos digan “que
evenflo” pero bueno, es mi sentir.
Pero esto no termina cruzando la meta, ya que una vez hecho esto, el sentimiento de alegria embarga mi ser, de que lo pude hacer, de que lo logre y mas dicha me da que algunos corredores se acerquen a estrechar mi mano y haya felicitaciones, esperar a los compañeros y compartir la dicha de haber vencido un reto mas.
Y si al final logro colarme a la zona de podiums, nervios, alegría, emoción, me embargan, subir, recibir el reconocimiento de los presentes, ver coronado el esfuerzo, es algo realmente muy padre, pero hay algo que siempre me ha dicho el Coach, "los podiums, esos llegan solitos, solo hay que trabajar y trabajar" y bueno es un adorno mas para el rinconcito del ego.
Como pueden ver; no hay secretos, todo es disciplina, constancia, dedicación y amor por lo que se hace.
Y si al final logro colarme a la zona de podiums, nervios, alegría, emoción, me embargan, subir, recibir el reconocimiento de los presentes, ver coronado el esfuerzo, es algo realmente muy padre, pero hay algo que siempre me ha dicho el Coach, "los podiums, esos llegan solitos, solo hay que trabajar y trabajar" y bueno es un adorno mas para el rinconcito del ego.
Como pueden ver; no hay secretos, todo es disciplina, constancia, dedicación y amor por lo que se hace.
Pues esto es mas o menos lo que siento cuando estoy en competencia, si alguien mas desea opinar al respeto, me gustaría saber brevemente que sienten, como viven las competencias.
Titan del asfalto... Magnifica entrada!!!!
ResponderBorrarLa manera en que trataste este tema que a mas de uno intriga, y entre ellos me incluyo yo, fue de una forma muy amplia y objetiva.
Quien en el ambiente de este deporte tan maravilloso que son las carreras de calle, no se a preguntado algunas vez "¿qué siente un corredor elite cuando compite?"... y hoy por fin un corredor nos lo platica.
Saludos!!
Mi querido y estimado Alfredo, oye pues muchas gracias, creo que al final son sensaciones que todos experimentamos y bueno, el chiste es difrutar de este bello deporte que es el correr.
BorrarUn abrazo hermano y muchas gracias de nuevo.
Es evidente que todos tenemos un cierto nerviosismo poco antes de dar el pistoletazo de salida, pero lo que si he logrado yo con el tiempo es controlar mejor esos nervios previos a la carrera, pero en mi caso, me pongo más nervioso en carreras cortas que en medias maratones, un saludo compañero.
ResponderBorrarCuando ese nerviosismo lo transformas en adrenalina y esta a su vez en energia controlada, es cuando las cosas resultan excelentes, a mi no me gustan las carreras cortas, llamense 5k porque siento que son un suspiro y debes de salir a morir desde el inicio, no hay contemplaciones para la segunda parte esa no existe. En las misma entrada que menciono al inicio hago un escrito de que es correr un maraton y un 10k.
BorrarPues muchas gracias mi buen Paco y recibe un gran abrazo.