La pileta está en penumbras, hay pocas luces. Hay una
mujer, María Inés Mato, que en el andarivel central nada de una punta a la
otra. Al costado de la pileta, su entrenador Claudio Plit, anota en una
planilla el tiempo de las pasadas. Es domingo, muy temprano, está nublado, y
parece que va a llover. Cada vez que la mujer saca la cabeza para respirar,
mira a su entrenador. Un vistazo le basta para percibir una señal de aprobación
o un gesto que indique cómo corregir la patada.
Pero ahora ve que, detrás de Plit, hay alguien. Una persona de pie, con pasamontañas y fusil, que la mira concentrada. Ella no se altera. Sigue nadando mientras repite el mantra que escribió hace tiempo: "Vamos a la Mancha. Vamos a todos lados y a cada lado que nos llame. Vamos a recorrer el mundo, porque su lugar es el mío y mis caminos transitados son sus caminos".
Respiración. Vistazo. Ya no es uno, sino varios. Hombres y mujeres con pasamontañas y fusiles que le hacen gestos de aprobación, le gritan que siga, que va bien. Lejos de asustarse, ella se siente acompañada. Hunde la cabeza en el agua, piensa: "Subcomandante, sigamos a la otra orilla. Descansemos solamente lo necesario para continuar. Lo que va quedando atrás es sólo eso. El resto: el hilo mínimo tejido que transforma la distancia en tiempo. Subcomandante, ¡vamos! O venga usted aquí, para salir cuanto antes a alcanzar el continente".
Y al terminar la frase ve que los hombres y mujeres miembros del Ejército Zapatista liderado por el - Subcomandante Marcos - se arrojan al agua, vestidos, con sus armas, sus capuchas, y la siguen, nadando detrás de ella. Ajeno a todo, Claudio Plit observa que, según su planilla, a medida que pasa el tiempo su entrenada va más rápido. Después de anotar los escasos segundos de la última pasada, ve como María Inés, sin ninguna compañía, rebota de un extremo al otro de la pileta.
La primera vez que María Inés Mato nadó 12 kilómetros en una pileta de 50 metros fue y volvió 240 veces. Al terminar, dijo: nunca más.
La mujer, que luego cruzaría el Canal de la Mancha, se dio cuenta de que la única forma de poder entrenarse durante tanto tiempo era pensar en otra cosa.
Crear otra realidad.
Navegando en la red que me encuentro con este escrito, la
verdad me gusto mucho y quise compartirlo con ustedes y cuánta razón tiene.
A veces como deportistas o atletas, buscamos crear otra
realidad a la cual vivimos, y bueno si me apuran un poco, hasta las personas
sedentarias llegan a crear otro mundo irreal.
Es lo que he intentando crear en mi blog, un mundo quizás
hasta lleno con un toque de fantasía, de ahí la idea de publicar el escrito de
inicio, quizás a muchos les guste o quizás a muchos no, pero esa es la
cuestión, intentar hacer nuestro mundo un poco más confortable por medio de la fantasía
plagado de la realidad.
Y bueno, no vayamos muy lejos pero cuantas veces no
pensamos otras cosas cuando estamos entrenando, ya sea haciendo “distancia” o
“repeticiones” y bueno que decir cuando en plena competencia intentamos engañar
no solo al cuerpo si no también a la mente, al final dicen que esta es la más
importante ya que es la que domina el cuerpo, pero bueno, en algunas ocasiones
cuando voy corriendo intento pensar que no estoy haciendo eso, le doy vida a
gente que ya no está entre nosotros, platico con ellos, platico con Dios, en el
bosque me imagino regresando a las raíces humanas.
Cuantas veces no nos hemos alucinado con alguna película la
cual hasta nos llena de motivación y ya en pleno entreno nos sentimos emulando
al gran Forrest Gump o nos sentimos “apocalipto” corriendo en medio bosque.
Cuando se es niño no es difícil crear mundos de fantasía
donde muchas veces somos los héroes de cuentos creados por nuestra mente
inocente.
Muchas veces para no sufrir, sucumbir o claudicar al
momento que estamos pasando, intentamos crear otro episodio ajeno al que
estamos viviendo en ese momento, otra realidad en la cual visualizamos, en el
caso del atletismo, ese momento en cual cruzamos la meta con los brazos en todo
lo alto.
Esto lo podríamos llamar “pensamientos positivos” que a
largo plazo juagan un rol preponderante y que influyen en acciones futuras.
Todos sabemos que la mente es poderosa, y todo aquello
que nos propongamos, sabemos que lo podemos lograr y de alguna manera, quizás no
todos, pero algunos tenemos el don de poder escribir y crear mundos que al
final salen de la realidad y que como dije anteriormente, a largo plazo nos
llevaran al camino del éxito después de haber pasado por momentos de agonía y
dolor y que solo se busca disfrazarlos con episodios más amenos.
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