miércoles, 30 de octubre de 2013

Y PORQUE NO




Te prestaré por un tiempo una madre,
para que la ames mientras vivas.

Podrán ser 10, 20, 30 años o más,
hasta que la llame:

¿Podrás cuidarla?

Quiero que aprendas a vivir con ella;
le he buscado un hijo muy especial
y te he elegido a ti.

No te ofrezco que se quedará contigo para siempre,
sólo te la presto.

Ella te dará ternura y mucha alegría por tenerte.

El día que la llame no me odiarás porque la regrese a Mí.

Su ausencia corporal quedará compensada por el amor
y por los muchos y agradables recuerdos.

Ten presente que si algo te entristece,
que si el golpe del dolor te hiere un día,
tu pena será mía y así, con todo esto,
tu luto será más llevadero.

Y habrás de decir con agradecimiento y humildad:

¡Hágase Señor, Tu Voluntad!

Y porque no, pensé.

No sé si ya he comentado que los domingos, tengo un puestecillo donde vendo micheladas, (cerveza con chile, jugo de limón y sal).


Llevo aproximadamente unos 4 años con el puesto y en este tiempo he conocido a muchísimas personas, algunas de ellas han trabado una amistad conmigo.

Dicen que un cantinero es como un confesor y de repente algún@s se sinceran demasiado conmigo, ya saben, al calor de unos tragos, je je je!!!

Pero bueno entre ellas esta Sergio quien de acuerdo a una plática sostenida con él, y a razón de que hace poco tiempo sufrió la pérdida de la persona que le dio la vida, su mama quien también lo acompañaba al mercado por el mandado y quien de repente también pasaba a tomarse su cervecita.

Como dicen por ahí, es difícil cuando sufrimos la partida de alguien tan amado, no se encuentran palabras que decir, pero como le decía a Sergio, se lo que se siente porque yo pase por eso y si es que me lo permiten, ja! y al final aunque no, total yo soy el que escribe, je je je!!! y a petición de Sergio quien me sugirió que porque no escribía algo relacionado al tema, aclaro que no se trata de comerciar con el dolor humano, es simplemente mi forma de ver las cosas.

Resulta que a mediados del año 2000, mi madre fue llevada a un hospital del seguro social, ella padecía de la diabetes, le tenían que extirpar unas muelas, al parecer se le infectaron las heridas, estuvo unos días en coma y desgraciadamente tuvo que partir de este mundo.

Quien ha sentido ese vacío cuando pierde a quien le dio la vida, pero pues esto tiene que seguir y ni modo, recuerdo que cuando estaba en coma, cada día veía como se le iba extinguiendo la vida, era curioso pero aunque a mi madre clínicamente ya la habían dado por muerta, cuando sentía mi presencia parecía que quería regresar.

Pero bueno, después de que falleció, prácticamente yo fui el que tuve que hacer todos los arreglos funerarios, soy el mayor de 9 hermanos y mi padre estaba destrozado.

Total que ya en el velatorio, había que conseguir a un párroco para que fuera a oficiar una misa para mi mama, fui a algunas iglesias de los alrededores y ningún sacerdote quería ir, sinceramente yo no soy muy devoto a la iglesia, pero bueno, regresando al velatorio todo desanimado porque no había encontrado a un sacerdote, veo a un señor saliendo del velatorio con tintas de párroco, me acerco a él y le pregunto: “disculpe, usted es sacerdote”, me contesta que si y le platico lo sucedido y me dice: “no te preocupes, mañana yo vengo a oficiar la misa en honor de tu mama” y saca de entre sus cosas la copia del pensamiento que puse al inicio.

Al siguiente día, antes de iniciar la misa, el sacerdote empieza con esto:

“Dios es grande con nosotros y nunca nos abandona,
el día de ayer yo iba saliendo del velatorio y el joven (señalándome a mi),
debido a su fe, lo acerco a mí y me pregunto que si yo era sacerdote,
es la fe la que hace que las cosas sucedan
y pues aquí estoy para oficiar la misa que él y ustedes quieren para la persona que le toco partir”

Y bueno, Sergio, si es que llegas a leer esto, como te lo dije en persona, yo pienso que uno nunca muere.

La gente dice: “mientras los recuerdes seguirán viviendo en tu corazón”, yo no creo en eso, yo creo que como tal siguen viviendo, ya no corporalmente, pero si en otro plano astral.

No sé si a los que les ha pasado esto, han tenido sueños donde vienen sus seres queridos a despedirse, en mi caso así sucedió, dos veces soñé que mi madre venia y se despidió de mi, al grado que yo le pedí que no se fuera pero recuerdo que ella me dijo: “es que no puedo quedarme, solo vine a decirles que yo estoy bien, que ya no lloren por mi”, le dije: “espera, pero si tu estas aquí, entonces quien esta allá? (en el mausoleo)”, y me contesto: “es que no sé como explicarte, haz de cuenta que estoy y no estoy”.

Entonces, creo que como tal nunca morimos, estamos aquí para perfeccionar el alma no el cuerpo, así que dejad de hace ejercicio, ja ja ja!!! no es cierto pero sí, estamos aquí para buscar ser mejores personas y perfeccionar el alma, esa nunca muere, el cuerpo si, y siempre tomo este ejemplo, si yo me corto una mano, la mano muere, yo no, si me corto una pierna, la pierna muere yo no, entonces como dije; es el cuerpo el que muere no el alma, aunque no puedo afirmar que es lo que pase después, si reencarnamos o nos vamos a otro plano astral el cual algunos llaman la cuarta dimensión y de hecho se comenta que es en la oscuridad cuando nuestros sentidos cobran más fuerza y es cuando los espíritus se pueden comunicar con nosotros, entonces la oscuridad no es tan mala como algunos la pintan.

Y bueno para terminar esta este otro relato, creo que es lo mismo cuando nacemos, quizás el morir sea nacer a otra vida, quizás sea cierto y cuando nos encontrábamos en el vientre de nuestra madre, al tener que salir de ahí, nuestros hermanos que se quedaban lloraban nuestra partida sin saber que nacíamos a la vida.




En el vientre de una mujer embarazada estaban dos criaturas conversando cuando una le preguntó a la otra: 

- ¿Crees en la vida después del nacimiento?

La respuesta fue inmediata:

- Claro que sí. Algo tiene que haber después del nacimiento. Tal vez estemos aquí principalmente porque precisamos prepararnos para lo que seremos mas tarde.

- Bobadas, no hay vida después del nacimiento! ¿Cómo sería esa vida?

- Yo no sé exactamente, pero ciertamente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y comamos con la boca.

- Eso es un absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? Es totalmente ridículo! El cordón umbilical es lo que nos alimenta. Yo solamente digo una cosa: la vida después del nacimiento es una hipótesis definitivamente excluida – el cordón umbilical es muy corto.

- En verdad, creo que ciertamente habrá algo. Tal vez sea apenas un poco diferente de lo que estamos habituados a tener aquí.

- Pero nadie vino de allá, nadie volvió después del nacimiento. El parto apenas encierra la vida. Vida que, a final de cuentas, es nada más que una angustia prolongada en esta absoluta oscuridad.

- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del nacimiento, pero, con certeza, veremos a mamá y ella cuidará de nosotros.

-¿Mamá? ¿Tú crees en la mamá? ¿Y dónde supuestamente ella estaría?

- ¿Dónde? En todo alrededor nuestro! En ella y a través de ella vivimos. Sin ella todo eso no existiría.

- Yo no creo! Yo nunca vi ninguna mamá, lo que comprueba que mamá no existe.

- Bueno, pero, a veces, cuando estamos en silencio, puedes oírla cantando, o sientes cómo ella acaricia nuestro mundo. ¿Sabes que? Pienso, entonces, que la vida real solo nos espera y que, ahora, apenas estamos preparándonos para ella...

Ya para finiquitar, me despido con esto, espero no haberlos aburrido:
Quienes mueren no mueren, siguen vivos y despiertos en una vida fecunda y plena, quizás los muertos sean quienes viven en la estrecha franja de la razón y la materia, como encarcelados en estos cuerpos y que no pueden alcanzar las otras moradas a las que el alma puede llegar.

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