Te prestaré por un
tiempo una madre,
para que la ames mientras vivas.
para que la ames mientras vivas.
Podrán ser 10, 20,
30 años o más,
hasta que la llame:
hasta que la llame:
¿Podrás cuidarla?
Quiero que aprendas
a vivir con ella;
le he buscado un hijo muy especial
y te he elegido a ti.
le he buscado un hijo muy especial
y te he elegido a ti.
No te ofrezco que
se quedará contigo para siempre,
sólo te la presto.
sólo te la presto.
Ella te dará
ternura y mucha alegría por tenerte.
El día que la llame
no me odiarás porque la regrese a Mí.
Su ausencia corporal
quedará compensada por el amor
y por los muchos y agradables recuerdos.
y por los muchos y agradables recuerdos.
Ten presente que si
algo te entristece,
que si el golpe del dolor te hiere un día,
tu pena será mía y así, con todo esto,
tu luto será más llevadero.
que si el golpe del dolor te hiere un día,
tu pena será mía y así, con todo esto,
tu luto será más llevadero.
Y habrás de decir
con agradecimiento y humildad:
¡Hágase Señor, Tu
Voluntad!
Y porque no,
pensé.
No sé si ya he comentado que los domingos, tengo un
puestecillo donde vendo micheladas, (cerveza con chile, jugo de limón y sal).
Llevo aproximadamente unos 4 años con el puesto y en este
tiempo he conocido a muchísimas personas, algunas de ellas han trabado una
amistad conmigo.
Dicen que un cantinero es como un confesor y de repente
algún@s se sinceran demasiado conmigo, ya saben, al calor de unos tragos, je je
je!!!
Pero bueno entre ellas esta Sergio quien de acuerdo a una
plática sostenida con él, y a razón de que hace poco tiempo sufrió la pérdida
de la persona que le dio la vida, su mama quien también lo acompañaba al
mercado por el mandado y quien de repente también pasaba a tomarse su
cervecita.
Como dicen por ahí, es difícil cuando sufrimos la partida
de alguien tan amado, no se encuentran palabras que decir, pero como le decía a
Sergio, se lo que se siente porque yo pase por eso y si es que me lo permiten,
ja! y al final aunque no, total yo soy el que escribe, je je je!!! y a petición
de Sergio quien me sugirió que porque no escribía algo relacionado al tema,
aclaro que no se trata de comerciar con el dolor humano, es simplemente mi
forma de ver las cosas.
Resulta que a mediados del año 2000, mi madre fue llevada
a un hospital del seguro social, ella padecía de la diabetes, le tenían que
extirpar unas muelas, al parecer se le infectaron las heridas, estuvo unos días
en coma y desgraciadamente tuvo que partir de este mundo.
Quien ha sentido ese vacío cuando pierde a quien le dio
la vida, pero pues esto tiene que seguir y ni modo, recuerdo que cuando estaba
en coma, cada día veía como se le iba extinguiendo la vida, era curioso pero
aunque a mi madre clínicamente ya la habían dado por muerta, cuando sentía mi
presencia parecía que quería regresar.
Pero bueno, después de que falleció, prácticamente yo fui
el que tuve que hacer todos los arreglos funerarios, soy el mayor de 9 hermanos
y mi padre estaba destrozado.
Total que ya en el velatorio, había que conseguir a un
párroco para que fuera a oficiar una misa para mi mama, fui a algunas iglesias de
los alrededores y ningún sacerdote quería ir, sinceramente yo no soy muy devoto
a la iglesia, pero bueno, regresando al velatorio todo desanimado porque no
había encontrado a un sacerdote, veo a un señor saliendo del velatorio con
tintas de párroco, me acerco a él y le pregunto: “disculpe, usted es sacerdote”, me contesta que si y le platico lo
sucedido y me dice: “no te preocupes,
mañana yo vengo a oficiar la misa en honor de tu mama” y saca de entre sus
cosas la copia del pensamiento que puse al inicio.
Al siguiente día, antes de iniciar la misa, el sacerdote
empieza con esto:
“Dios es grande
con nosotros y nunca nos abandona,
el día de ayer yo
iba saliendo del velatorio y el joven (señalándome a mi),
debido a su fe, lo
acerco a mí y me pregunto que si yo era sacerdote,
es la fe la que
hace que las cosas sucedan
y pues aquí estoy
para oficiar la misa que él y ustedes quieren para la persona que le toco
partir”
Y bueno, Sergio, si es que llegas a leer esto, como te lo
dije en persona, yo pienso que uno nunca muere.
La gente dice: “mientras
los recuerdes seguirán viviendo en tu corazón”, yo no creo en eso, yo creo
que como tal siguen viviendo, ya no corporalmente, pero si en otro plano
astral.
No sé si a los que les ha pasado esto, han tenido sueños
donde vienen sus seres queridos a despedirse, en mi caso así sucedió, dos veces
soñé que mi madre venia y se despidió de mi, al grado que yo le pedí que no se
fuera pero recuerdo que ella me dijo: “es
que no puedo quedarme, solo vine a decirles que yo estoy bien, que ya no lloren
por mi”, le dije: “espera, pero si tu
estas aquí, entonces quien esta allá? (en el mausoleo)”, y me contesto: “es que no sé como explicarte, haz de
cuenta que estoy y no estoy”.
Entonces, creo que como tal nunca morimos, estamos aquí
para perfeccionar el alma no el cuerpo, así que dejad de hace ejercicio, ja ja
ja!!! no es cierto pero sí, estamos aquí para buscar ser mejores personas y
perfeccionar el alma, esa nunca muere, el cuerpo si, y siempre tomo este
ejemplo, si yo me corto una mano, la mano muere, yo no, si me corto una pierna,
la pierna muere yo no, entonces como dije; es el cuerpo el que muere no el
alma, aunque no puedo afirmar que es lo que pase después, si reencarnamos o nos
vamos a otro plano astral el cual algunos llaman la cuarta dimensión y de hecho
se comenta que es en la oscuridad cuando nuestros sentidos cobran más fuerza y
es cuando los espíritus se pueden comunicar con nosotros, entonces la oscuridad
no es tan mala como algunos la pintan.
Y bueno para terminar esta este otro relato, creo que es lo mismo cuando nacemos, quizás el morir sea nacer a otra vida, quizás sea cierto y cuando nos encontrábamos en el vientre de nuestra madre, al tener que salir de ahí, nuestros hermanos que se quedaban lloraban nuestra partida sin saber que nacíamos a la vida.
En el vientre de una mujer embarazada estaban dos criaturas conversando cuando una le preguntó a la otra:
- ¿Crees en la vida después
del nacimiento?
La respuesta fue inmediata:
- Claro que sí. Algo tiene
que haber después del nacimiento. Tal vez estemos aquí principalmente porque
precisamos prepararnos para lo que seremos mas tarde.
- Bobadas, no hay vida
después del nacimiento! ¿Cómo sería esa vida?
- Yo no sé exactamente,
pero ciertamente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios
pies y comamos con la boca.
- Eso es un absurdo!
Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? Es totalmente ridículo! El cordón
umbilical es lo que nos alimenta. Yo solamente digo una cosa: la vida después
del nacimiento es una hipótesis definitivamente excluida – el cordón umbilical
es muy corto.
- En verdad, creo que
ciertamente habrá algo. Tal vez sea apenas un poco diferente de lo que estamos
habituados a tener aquí.
- Pero nadie vino de allá,
nadie volvió después del nacimiento. El parto apenas encierra la vida.
Vida que, a final de cuentas, es nada más que una angustia prolongada en
esta absoluta oscuridad.
- Bueno, yo no sé
exactamente cómo será después del nacimiento, pero, con certeza, veremos a mamá
y ella cuidará de nosotros.
-¿Mamá? ¿Tú crees en la
mamá? ¿Y dónde supuestamente ella estaría?
- ¿Dónde? En todo alrededor
nuestro! En ella y a través de ella vivimos. Sin ella todo eso no existiría.
- Yo no creo! Yo nunca vi
ninguna mamá, lo que comprueba que mamá no existe.
Ya para finiquitar, me despido con esto, espero no
haberlos aburrido:
Quienes mueren no mueren, siguen
vivos y despiertos en una vida fecunda y plena, quizás los muertos sean quienes
viven en la estrecha franja de la razón y la materia, como encarcelados en
estos cuerpos y que no pueden alcanzar las otras moradas a las que el alma puede
llegar.
Muy bueno .. Gracias
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