Que nos lleva a correr maratones?
Quizás que nacimos tercos y obstinados, obsesivos y hasta
perfeccionistas y no precisamente por que sea virgo, quizás hasta con una pizca
de superhéroes.
Es intentar ir un poco más allá de lo que los limites nos
marcan, aunque podamos caer en sobre entrenamiento por no entender, pero tanta
la obsesión y el gusto por correr, que queremos llegar lo mejor preparados que
se pueda a la prueba.
Es cierto, a veces existe el miedo, la incertidumbre por
eso que vamos a enfrentar y lo que nos caracteriza es la fuerza de voluntad
para hacer las cosas y un gran corazón para correr esos últimos kilómetros
cargados de pesadez y agonía.
Y si por un momento y debido al cansancio pensamos en
parar, el orgullo nos hace salir avantes.
Todo esto porque entendemos que correr una maratón es una
metáfora de la vida misma, con cansancio, dolores, sacrificios que a la larga nos
brinda satisfacciones, alegrías y recuerdos inolvidables.
Quizás eso es lo que verdaderamente nos lleva a correr
maratones y lo que pocos comprenden al correr solo los últimos kilómetros.
Previo al maratón, casi no hice gran cosa en cuanto a
entrenos, solo hasta el martes unos cuantos miles y eso para aflojar las
“patukas”, de miércoles a viernes, nadita nadita, ja! Me tome muy en serio eso
del tapering, el sábado voy a la pista con mi equipo, de igual forma el entreno
de ese día; solo 20min de trote, ya no había mucho que hacer.
Comentar que el viernes había aprovechado para lanzarme a
recoger mi kit de corredor, ya saben; mirujear por aquí y por allá.
Iba de repidin ya que había pedido permiso en la oficina,
por ahí, el gran Benjamín Paredes ofrecía una conferencia llamada “Tips para
correr maratón”, siempre es un placer y un lujo ver y escuchar a este tipo de
personajes tan célebres, lo poco que pude escuchar, algo que me dejo un poco
interesado aunque desgraciadamente no me podía quedar, pero entre un análisis
que hacía de un video que en ese momento se transmitía y donde el junto con
German Silva, otro grande, punteaban una competencia, él decía: “vean la zancada de German, es más alta que
la mía, si se dan cuenta, sus tobillos casi pegan a los gluteos (o nalgas
pa´l que no entienda) y mi zancada es más
corta, mis pies casi no se levantan del suelo, eso es porque él desde los 15
años empezó a correr y por eso se le desarrollo más la zancada, yo ya empecé
grande ya que me dedicaba a otros deportes, es por eso que a mí me cuesta más
trabajo y por eso el me ganaba porque podía responder a los ataques que yo
lanzaba, incluso si se acuerdan del maratón de Chicago donde se equivoca,
recuerdan (y como no recordar tan memorable hecho) el regresa y me rebasa y
gana” como dije; desgraciadamente no me podía quedar pero estaba
megainteresadisima la clase, y es que, eso es lo que me pasa a mí, mi zancada
es corta, pero dice un compañero de team, el buen Luigui: “tu zancada es engañosa porque es corta pero rápida”, en fin, de
ahí me regrese a la oficina.
Y llego el domingo, el evento no era tan lejos de donde
vivo así que no había que madrugar tanto, me levanto a las 5 a.m. un baño, una
galleta, me despido de mi esposa y salgo con la oscuridad de la calle, por ahí
unos vecinos de esos briagos que se la amanecen, uno se aloca y empieza a
patear y romper unos cristales de una ventana, se la hace de a pedo a alguno que
lo observa, o será a mí, ignoro el suceso y no por miedo si no mas bien porque
yo voy rumbo a mi maratón.
Abordo la pesera que me lleva al metro y en un santiamén
ya estoy en el Toreo, ya se vislumbran corredores, algunos ya en short y
playera, ya listos para correr, en la mayoría de los rostros se vislumbra
emoción, nervios, esta es la cara del maratón.
Este día para los corredores el metro es gratis, hasta
los boletos son conmemorativos.
Llegamos a Bellas Artes, a un costado será la salida,
salgo y empiezo a caminar hacia los guardaropas, que supongo estarán ubicados
donde siempre, esta vez no, un poquito cambiados, son autobuses que trasladaran
las cosas hasta el estado olímpico de C.U. (Ciudad Universitaria).
Por ahí veo a Emilio, más adelante a Adrián el de Puebla,
corredor que el año pasado conocí en Torreón y que desde ahí hemos trabado
amistad, a Fernando, uno de los “Santamonicos”, llego al autobús que me toca,
de acuerdo a número, son 6:30 a.m. ya muchos se dirigen a sus bloques de
salida, me quito pants para quedar enfundado en la nueva piel #VO2max y nueva
imagen de Titán del Asfalto, je!
Vaselina por aquí y por allá por aquello de las
rozaduras, entrego mi mochila y corro hacia mi bloque de salida, que en este
caso es amarillo, al llegar al bloque, es el tercero, primero son los elite,
después los grises y después los amarillos, aunque estos tres bloques saldrán
juntos a las 7:20, gulp! Porque tanto tiempo, ya están llenos los bloques,
procuro quedar al frente, ahí están Griss y Sandy quienes se estrenan como
maratonistas, las saludo, se ven tranquilas y contentas, me desean suerte y
hago lo mismo.
6:30 a.m. se da el disparo de salida para atletas
discapacitados, palabras más palabras menos del animador, 6:45 disparo de
salida para las mujeres elite, y después a esperar bastante tiempo para salir,
y acercándose las 7:20, himno nacional en miles de voces, cuenta regresiva a
partir de 10, 8, 6 , 4, 2, 1 bang! allá vamos!
Como muchos saben; la ruta no ha cambiado desde hace 3
años y se planea mantenerla así por lo menos hasta que se termine de juntar la
palabra “MEXICO”, este año tocaba correr por la “I” de Innovación, y si eh! Año
tras año la organización ha tratado de innovar y mejorar tan magno evento.
Salimos a un costado de la Alameda Central, de ahí correr
con dirección hacia av. Reforma, en un inicio me cuesta trabajo tomar el
“ritmo” que deseo manejar que es de 4min10seg por kilómetro, y me cuesta
trabajo porque delante de mi van muchísimos corredores que manejan un paso más
lento al mío (lo mismo de siempre, corredores que no respetan su paso y salen
hasta el frente sin importarles que entorpezcan el paso de los que si manejan
los ritmos para salir hasta enfrente) en fin, voy zigzagueando de un lado a
otro para evitar a los corredores que van delante de mi e ir ganando terreno.
Al llegar a av. Reforma, corremos con dirección hacia la
Villa, algunos osados se brincan la avenida para correr del lado del que pronto
pasaran los elite y gente que corre rápido, me uno a ellos y hacemos una fila
pegada al voluminoso contingente que apenas va hacia Mosqueta, traigo como que
ganas de tirar el “miedo”, y más al ver que algunos detienen su paso para por
ahí tirarlo, yo prefiero aguantar candela, algunas veces los voluntarios de la
maratón nos conminan a meternos con el continente que apenas va, pero meternos
a ese mar de corredores alentaría nuestro paso y seguimos por ese lado.
Al llegar a Mosqueta damos vuelta y emprendemos el
regreso por mismo Reforma, bastante gente animando a los corredores, por ahí
veo al Sargento Hernández, un gran corredor y sinceramente, con los entrenos
que se ha estado marcando, pensé que “jalaría” conmigo y hasta miedo me daba
que se me fuera, le digo: “vamos mi
Sargento, fuerza!”, me contesta: “vamos
amigo, échale!”.
Por ahí Víctor Estrada me anima con un grito de apoyo,
agradezco el gesto, un señor a un lado toca su violin para animar con sus notas
a todos los corredores que pasan en ese momento, continuamos corriendo por
Reforma hasta llegar a av Mariano Escobedo, de ahí corremos por Thiers para en
una subida de un puente, nos entroncamos a av. Ejército Nacional, he decido
marcar cada 5k el lap de mi reloj y los primeros los pase en 22min47seg
bastante bien desde mi punto de vista y es que quiero ir reservado y los últimos
kilómetros si puedo atacar, ataco.
Corremos sobre Ejercito Nacional, la verdad es que esta
vez me sorprende ver infinidad de gente apostada a los lados apoyando al por
mayor a los corredores, lo que me causa un poco de duda, es porque aún no
empiezo a ver corredores apostados en los lados a esta altura de la ruta, y es
que el año pasado desde antes de llegar al 10k ya veía grupitos que van a hacer
su distancia o su “chequeo” con miras a un próximo maratón.
Algunos de mi equipo me animan, que cool escuchar los
gritos de apoyo de gente conocida, gracias equipo, llegamos a av. Miguel
Cervantes Saavedra de ahí vuelta hacia la izquierda para pasar por el museo Soumaya, de ahí
vuelta a la izquierda hasta llegar nuevamente a Ejercito.
Llegamos de nueva cuenta a Miguel Cervantes Saavedra,
vuelta a la derecha y al pasar por el punto donde esta marcado el km 14, mis
compañeros ahí están animando a los corredores y a los suyos más, levanto mi
brazo y abro la palma de mi mano para chocarla con ellos, gritos al por mayor y
hasta fotos, ell@s van a hacer su “chequeo”, pero están esperando que pase el continente
de acuerdo al “ritmo de carrera” que manejan, mientras tanto, animan a todo
corredor que pasa por ahí, muchas
gracias equipo, son geniales!
En av. Presidente Mazarik tomamos camino hacia Mariano
Escobedo, me siento bien y mantengo el ritmo de 4min a 4min10seg, a esas
alturas decido tomarme un gel de carbohidratos de 3 que llevo, por ahí el coach
me anima, como siempre, a la expectativa de sus pupilos.
De Mariano Escobedo nuevamente a Reforma y de ahí a
Ghandi, un señor a las orillas trae la playera #VO2max pero no puesta, ni
siquiera se percata de que yo soy un #VO2max y es que supongo que al ser piel
nueva, y aunque es similar a la anterior, aun les cuesta trabajo identificarnos
a los fans, j aja ja! Le grito: “vamos
VO2max!” voltea de sorpresa y solo alcanza a decir vamos!
En ese punto esta sobre un banquito grabando y
fotografiando Alfani, por cierto muchas gracias a quien nos regalan su tiempo
para fotografiarnos y video filmarnos sin compromiso alguno, muchas gracias por las fotos a Alfani,
Christ Fernandez, Luis Zetina, OrPhoto, 100M, Félix Vega Fotografía, a mí por
siempre amigo e hijo del coach Adrian M. Sánchez y en fin a tod@ aquel que
cámara en mano capta el momento del maratón sin interés alguno.
En Ghandi salimos a Reforma, corremos en dirección al
Auditorio, damos vuelta donde esta el hemiciclo a Colosio y regresamos, otros
compañeros de equipo también están ahí, mas a adelante escucho que me dicen: “Mauri, Mauri!!!” volteo y es mi papa
quien como en años pasados ahí esta queriendo ver pasar a su hijo y animarlo, “échale mi’jo!!!”, esto me da muchísimo
gusto y me animo, comentar que ya al siguiente día, uno de mis hermanos había
acompañado a mi papa y que hasta me grito y fotografió y yo ni lo vi, j aja
ja!!!
Entramos al bosque de Chapultepec, aquí el camino es puro
adoquin y eso alenta un poco el paso pero hay vamos a buen “ritmo”, Rodolfo
compañero de equipo se ha estado desplazando a varios puntos animando y por ahí
me lo vuelvo a encontrar, gracias!
Un corredor delante de mí, de repente como que se me
empieza a cerrar, con mi brazo indico que voy a pasar, reacciona y se hace un
lado, pero aprieta el paso y pasando pasando me mete un codazo, prefiero
ignorarlo y continuar en lo mío, lo vuelvo a rebasar y ni siquiera trae fuelle
para perseguirme y se queda.
Salimos del bosque nuevamente a Reforma, el señor que
había visto en Ghandi esta en este punto y al verme pasar ahora si desaprovecha
la oportunidad de lanzarme unos gritos de aliento: “vamos VO2max!”, comentar
que es el papá de una compañera y que siempre con emoción y alegría ahí esta
apoyando al team, recalcar la infinidad de gente que echa porras apostada a los
lados de la ruta, gracias, muchas gracias, en esta parte de la ruta, observo
que el sr. del violín aun continua tocando, ya es arriba de la media maratón y
la ruta esta atestada de corredores, esto me sorprende mucho, y más llegando a
la glorieta de Insurgentes, ya es un mar de corredores, procuro concentrarme en
lo mío aunque debo de ir esquivando corredores, será que todos esos corren los
kilómetros debajo de 4min10seg? no pienso, algunos van hasta caminando.
En fin, ya voy por el kilómetro 28, estamos en la Colonia
Condesa, el cansancio ya empieza a hacer mella en mí, me tomo un segundo gel,
como plátanos que la gente regala a los corredores, a pesar de mi cansancio,
sigo disfrutando de la fiesta, llego a Insurgentes, pienso de aquí pa’lla todo
es recta y hasta la meta, aunque un poco de subida.
Ya estamos por el km 34 y según yo por más que trato de
correr rápido, las piernas ya no obedecen, e incluso me dicen que ya pare,
trato de distraerme con la mente y empiezo a contar, si, no’mas contar por
contar, tomo el tercer gel.
A esta altura el número de corredores se ha incrementado,
yo solo trato de concentrarme en lo mío, lo bueno es que últimamente ya no me
aquejan los calambres, ah! Como sufría en maratones pasados, eso me alegra un
poco, a lo lejos se ve una pequeña cuesta: pienso: “que chingon, pusieron gradas sobre la avenidad para ver el paso de los
corredores”, cual, mi mente juega conmigo, es una cuesta que debo subir,
pero ya estoy por el kilómetro 39, la porra a los lados no deja de animar, subo
la cuesta, ya llegue al kilómetro 40, según yo trato de cerrar esos últimos kilómetros
mas rápido, llego al estacionamiento del estadio, esta con vayas para dejar
libre el paso de los corredores, llego a la entrada del estadio, un túnel donde
el cambio de luz marean, o ya no traigo gas, entro a la pista de tartán y ahí
esta el arco de meta y si, aprieto el paso, extiendo los brazos y entro con el
clásico avioncito a meta con un tiempo de 03horas09min47seg, chin! No se cumplo
el objetivo de rondar las 3horas, de ser sub03 ni que hablar, esto no me desilusiona
ya que hoy en día la marca no me presiona tanto, corro porque lo disfruto y doy
gracias por haber terminado mi 13ava maratón más y sin calambres y sin detenerme
aunque los últimos 7 kilómetros los hayan hecho más lento pero quién no.
Después pasar por el kit de recuperación, plátano,
naranja y bebidas, la medalla, la tan añorada “I”.
Pues así mi crónica de mi maratón número 13, muchas
gracias por estar aquí y felicidades a todos los participantes pero solo a
aquellos que si concluyeron los 42.195 metros.
Felicidades a mis compañeros Os, Gris y Sandy, estas dos,
se estrenaban en la mítica distancia de los 42k.
Por cierto, comentar que por el lado femenil, recién desempacada de los juegos olímpicos de Rio 2016, la lituana Diana Lobacevske se vio avasallodora de principio a fin, dicen las malas lenguas que de regreso a las Europas pensó: "que maratón me queda de paso y zas! el de la Ciudad de México" y que viene y que lo gana.
Por el lado varonil, el keniano Emmanuel Mnangat se llevo el primer lugar aunque llego haciendo equipo con uno de sus compatriotas.
excelente
ResponderBorrarGracias amigo, saludos!
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