Comenzare esto diciéndoles que en un inicio, como que no andaba con muchas ganas de correr los 21k del día del padre, y es que, ya lo he dicho infinidad de veces, una vez pasa la maratón y siempre quedo como sin ganas de seguir corriendo, de seguir compitiendo.
Total que de repente y por iniciativa de unas amigas,
tres semanas antes ahí estaba intentando inscribirme en la media maratón del día
del padre, un medio muy bien organizado y de los mejores a nivel nacional y
hasta a nivel Latinoamérica.
Esta vez se estrenaba la modalidad: “comprueba tu tiempo
e inscribite en el bloque A”, es decir; esta vez habría oleadas de salidas
cada 5 minutos y si comprobabas determinado tiempo, tendrías la posibilidad de
salir en el bloque "A", atrasito de los elite.
Cuando intento inscribirme en una tienda del grupo de los
organizadores, y como dije; faltando tres semanas para el evento, me dicen que
ya solo quedan lugares para el último bloque y como que no, incluso le marque
al coach para preguntarle su opinión y me dijo que me inscribiera y que ya ese día
buscábamos para entrar en el bloque A, al final decido no inscribirme y en caso
de correrla, lo haría de “bandido”.
Después en el chat del team una de mis compañeras lanza
un mensaje donde dice que ella tiene inscripciones para dicho medio, le comento
que si correría con mi nombre y en que bloque saldría porque ya no hay para el
“A”, me contesta que con mi nombre y lo del bloque que no me garantiza nada
pero que igual le mande un certificado de mi tiempo para ver que se puede
hacer, así lo hago y a la semana me informa que ya estoy inscrito y que soy el número
77, que? Numero de elite.
Dicen que los números son fríos, pero en esta ocasión
esto me vino a motivar bastante, imagínense, en una competencia de 16,000
corredores y yo era el “77”.
Como se habrán dado en cuenta, los que me leen, en estos días he andado un tanto intermitente en cuanto a entrenos, es por eso que me siento contento con mi desempeño mostrado en la carrera, pero ya ustedes me dirán que tal.
El festejo del día del papá, empezaba desde el viernes en
el kínder de mi beba, para variar y andando mal de la tos, en la semana no
había entrenado más que el jueves que salí para no ir “soso”, a los 21k, ese día
en compañía del buen Lalo, me revente unas cuantas cuestas de 200 metros, puf! termine
molido, el viernes era más descansado y bueno, después el reconocimiento al
papá en el kínder de mi niña.
El sábado a temprana hora decido ir hasta el otro lado de
la ciudad por mi kit de la carrera, playera, número y una que otra cosilla de
promoción.
Al otro día ya me había puesto de acuerdo con el buen
Vite para que me diera raid y a eso de las 5:15 a.m. ya estábamos estacionados
en el estacionamiento del centro comercial Perisur, llegamos temprano porque ya
saben como se pone, y faltando casi una hora para las 6, nos echamos un
“coyotito”.
A las 6 en punto suena la alarma de Vite y decidimos ir
al guardarropa y encontrarnos con nuestros compañer@s.
A esa hora ya esta atestado de gente y sobre todo
corredores que se enfilan al lugar del evento.
Ya en el guardarropa procedo a enfundarme en la gloriosa
casaca del equipo, mis compañer@s hacen lo mismo, hay emoción, hay nervios.
Después hacemos un poco de trote y a eso de las 6:30 a.m.
nos enfilamos a nuestro bloque de salida, en mi caso, me toca salir con lo
elite, hasta el mero enfrente, je!
Palabras más palabras menos del Sr. Micrófono y de los
organizadores de dicha carrera, casi 7 a.m. se entonan las notas del himno
nacional mexicano, una vez concluido esto, cuenta regresiva a partir de 10…..3,
2, 1, bang! Pistoletazo de salida y allá vamos, de volada los elite elite
empiezan a sacar distancia y a colocarse entre los primerísimos lugares de la
competencia, yo, trato de encontrar mi ritmo con la idea de no quemarme, y es
que de ida, se podría decir que prácticamente pura bajada, entre los punteros
va el “karnalito”, compañero de equipo y un crack para esto del correr, Beto,
Charly y pos yo ahí haciendo mosca.
Apostados en las orillas, gente echando porras al por
mayor, y más que en esta ocasión habrá concurso de porras.
Y hablando de porras, como al kilómetro 5 o 6, debajo de
un puente esta la primera, ya minutos antes escuchaba el ulular de una sirena,
al llegar al puente, que emoción, era un grupo de bomberos que se habían sumado
a lo de las porras y ahí estaban haciendo el deleite de los corredores, la
verdad es que fue sensacional escuchar la ulular de la sirena y ver a los
bomberos animando.
Me siento bien, voy corriendo el kilómetro entre
03min50seg y 4min, por el kilómetro 8, se me empareja un corredor de Arboledas,
lugar donde comúnmente entreno y sin más me rebasa, intento pegarme a él, pero
trae mejor “ritmo” y aunque yo no quiera, se aleja, en Villa del Carbón al
final también me rebaso y como que esta la espinita, pero él se ve fuerte.
Llegamos al retorno, estamos corriendo por carriles
centrales del periférico, ya lo he dicho en otras crónicas que he hecho de esta
carrera, me encanta cuando de regreso, tú vas y otros vienen y es un griterío entre
los mismos corredores tanto de un lado como del otro, ahí veo a algunos de mis
compañeros, Paco, Lalo, Richard, el Coach, Roberto Picco, Marianita, Malili,
Mar, en fin, #LaPoderosaMareaAzul en todo su esplendor, eso me anima y me
agrada el hecho de que en el equipo se muestre el nivel que tenemos.
Metros adelante trepado en el muro divisorio del periférico,
ahí esta el buen Alfredo quien a mi paso me toma alguna foto, muchas gracias
canijo, en un inicio llegue a pensar que estaba de porra pero no, ya después me
dijo que si estaba corriendo el medio pero que se detuvo para tomarme la foto, muchísimas
gracias, que datallazo.
Voy por el kilómetro 11, decido tomarme un gel de dos que
llevo, al 12 o 13 alcanzo al corredor de Arboledas, Isidro se llama, lo paso y
le digo: “vamos Arboledas!!!”, es
que ahora no trae la playera de venados, su equipo, me contesta: “échale!!!”
Las porras al por mayor, “vamos Titán!!!”, “vamos
Mauricio!!!”, “Vamos VO2!!!” se escuchan una y otra vez, trato de
contestarle a tod@s con un “vamos!!!”,
un corredor que va a mi lado como que se sorprende de tanto que me gritan como
diciendo: “este wey es muy famoso”,
ja ja ja!!! y hasta el mismo me dice: “vamos!!!”.
Esta vez no vi atletas con capacidades diferentes, solo
uno en silla de ruedas y a esa altura, por el kilómetro 13 le esta costando
trabajo la subida, pero los mismos corredores del otro lado le animan.
Isidro me vuelve a rebasar diciéndome: “vamos Mau!!!”, ah chinga! ya somos
valedores, je je je!!!
Ahora si no dejo que se vaya, quiero sacarme la espina de
Villa del Carbón, y sin más por el 16 o 17 lo rebaso, la subida aquí esta muy
pesada y trato de concentrarme, ahí va Beto quien camina, lo invito a “jalar”
conmigo, se pega, pero solo son unos cuantos metros, desiste y yo continuo.
A esta altura las fuerzas flaquean, pienso que detrás de mí me viene cazando Isidro para en determinado momento darme el “hachazo”, incluso pienso en los rápidos de mi equipo, en Paco, que en cualquier momento puede aparecer a mi lado, y es que anda en un plan suicida el señor.
Por aquí Vite anima y hasta saca fotos, mas adelante
Misha quien cámara en mano inmortaliza el momento, muchas gracias!
Y así llego a la altura del centro comercial Perisur, aquí
padrísimo año tras año y es que la gente abarrota este lugar que es el más duro
de la ruta para animar a los corredores.
Salimos de periférico para acceder a la avenida que nos
lleva directo a la meta, aquí es bajada y como tal me descuelgo como alma que
lleva el diablo.
Ya saben; clásico, antes de cruzar la meta, levanto los
brazos para emular “el avioncito” para terminar haciendo 01hora26min30seg.
Algunos corredores se acercan para estrechar la mano,
espero un poco para ver si logro ver a alguno de mis compañeros, pasa Isidro
quien mutuamente nos felicitamos, decido enfilarme al área de recuperación y
recoger el kit, esta vez están obsequiando una bebida de un litro, tiene rato
que en las carreras dan de a litro, una naranja, un plátano, agua y la medalla,
esta vez tiene algo de especial ya que en el sobre del numero incluyeron una
plaquita pagable con el nombre para que se la coloques a la medalla y quede
personalizada, la verdad que un muy buen detalle.
Después uno a uno van llegando los compañer@s,
intercambio de impresiones, algunos contentos con su desempeño, algunos no
tanto, en fin.
Pues así la mi crónica de los 21k del día del padre,
espero que para los que asistieron hayan obtenido su objetivo planteado y si
no, no pasa nada, siempre he dicho que a veces las carreras se dan, a veces no,
muchas gracias a Octavio Vite por las porras y fotos, a Misha y familia
coaching igual por sus porras y fotos, a quien me grito y que por la concentración
no alcance a ver, sinceramente y como dicen tod@s, también la fiesta se hace
gracias a ustedes.
Y gracias a ti que estas del otro lado del monitor
leyendo las locuras de este corredor, nos vemos en la próxima!
Titan del Asfalto:
ResponderBorrarComo cada año solo ,te veo en este tramo de periferico, y hoy me tome un momento para disfrutar de tu paso de gacela!!!
Saludos.
Hombre pues muchísimas gracias por el datallazo de la foto, un abrazo!
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