En alguna cuenta de twitter leí una frase: “el que cree que todo se puede lograr”, creo que es de un tipo que se hace llamar @mautitan, por cierto ya no lo sigan porque no puede desbloquear su cuenta, twitter se la bloqueo porque ya sobrepasaba su fama, (ja ja ja!!! Si como no, si no’mas tenía 10 seguidores), parece ser que hoy en día su cuenta es @mcasasbalt.
Pero bueno, a que voy con esto, que cuando uno cree,
persiste y trabaja en sus sueños u objetivos, es posible que estos se realicen,
así me paso a mí, aun en estos momentos sigo bebiendo la dicha y felicidad que
me dejo el haber realizado un sueño impensable, claro, esto gracias a seres tan
especiales que existen en el mundo.
Pues bien, no ahondare en tanto bla bla bla e iré al
grano, resulta que surgió la posibilidad de poder correr en el extranjero y
saben dónde?, ni más ni menos que en Europa, en la maratón de Roma, y que
maratón!!!
En un inicio el plan era correr en Francia,
desgraciadamente o afortunadamente, las inscripciones ya se habían agotado, se buscó
otra opción y estaba Roma que al final para nada era una mala opción.
Así que el jueves 07 de abril por la tarde y una vez
despedirme de mi familia, salía con rumbo al viejo continente, una vez
contactar con unos amig@s en el aeropuerto internacional Benito Juárez en mi México lindo y querido,
hacer la documentación de mi equipaje, cenar, esperar unos cuantos minutos, ahí
estaba abordando uno de los aviones más grandes del mundo que me llevaría al
primer punto que sería el aeropuerto de Paris de nombre Charles De Gaulle, un
viaje como de 12 horas en un avión que lucía impresionante ya que este es de
dos pisos, ver películas, dormir, en fin, lo que se podía hacer en este
larguísimo viaje.
Con el cambio de horario, ya que Europa va adelantado por
7 horas, ya no supe que paso, el chiste fue que a Francia llegamos como a las
14 horas del día viernes, (hora de allá), hicimos el transborde del avión que
nos llevaría a Roma, aquí solo serían 2 horas de vuelo, total que allá en Roma
estábamos como a las 6.
Nos dirigimos a instalarnos en el hotel y posteriormente
salimos a cenar, que cenábamos? estaba de lujo ya que estábamos en el país de
los maratonistas, je je je!!!
Pasta y pizza es lo que prevalece aquí y la verdad el
lugar que nos recomendó el taxista que nos llevo del aeropuerto al hotel,
excelente, por cierto cuando este nos llevaba hacia el hotel, y al saber que
correríamos la maratón y enterarse del tiempo que hacíamos, se sorprendió, no
hablaba nada de español y yo nada de italiano pero entre lo poco que pudimos
entendernos, nos dijo que la maratón no era fácil, había muchas subidas y
partes disparejas sobre todo por el tipo de piso que es piedra, aunque mis
amig@s entendieron que era terracería.
Pero bueno, una vez terminar la cena, una suculenta
pizza acompañado de un rico vino, decidimos irnos a dormir, por un momento llegue a pensar que no podría
dormir por el cambio de horario, pero no, sin broncas dormí súper bien, igual
como sea el cansancio del viaje estaba prevaleciendo.
Al otro día, sábado 10 a.m. nos fuimos a recoger el kit
para la carrera, muchas veces he escuchado que la organización de las entregas
de kits, carrera, etc, es impecable en el extranjero, a mí no me pareció tanto
ya que para ingresar al lugar donde los entregaban, había una enorme fila, ni
modo a formarse y dar vueltas y vueltas.
Una vez entrar al foro donde entregaban los kits y recoger
los dorsales como allá le llaman, teníamos lo que restaba del día para pasearnos, se dice que
si vas a correr una maratón, lo recomendable es descansar lo más que se pueda
un día anterior, pero como lo íbamos a hacer, si estábamos en la bellísima y
romántica Roma y ni modo de perdernos el poder visitar tan hermosos lugares,
así que aprovechamos para pasear por esos hermosos lugares históricos como el
Coliseo Romano, el Palacio Paladino, en fin, sitios espectaculares para
atesorarlos de por vida, que ahí se nos fue el sábado.
Por la noche sentía un pequeño dolor en el cuadricep
derecho, de hecho antes de partir hacia allá, traía un dolor en el izquierdo,
fui con la "fisio" y me lo quito, pero ahora estaba este, me di un pequeño masaje
con una pomada esperando que no me diera lata al siguiente día.
Y bueno, el gran día había llegado, domingo 10 de abril,
la maratón empezaba algo tarde, a las 8:30, por lo que he leído en los blogs de
corredores europeos que sigo, es común por acá que las carreras no se realicen
tan temprano como en México.
Un baño con agua tibia enfundarme en la gloriosa casaca
"VO2max", esta vez y debido a que siento mejor la camiseta anterior a la que hoy
en día usamos, decido utilizar esta para correr.
Al irnos acercando a la zona de salida, empezamos a ver
miles de corredores, en su mayoría y si no es que todos, de Europa.
Se notan los nervios y la emoción en el ambiente.
Nos dirigimos al área de acceso a los corrales, mi amiga
Eli también correrá en la Maratona Di Roma, nos despedimos y nos deseamos
suerte, aquí me gusto mucho el control que tenían para acceso a los bloques de
salida, entrabas por una especie de pasillo hecho con rejas, me siento elite,
ya que mi pasillo me lleva prácticamente hasta el arco de salida, y es que mi
bloque es el segundo en salir.
Una vez ahí, ya todos estamos casi listos, y digo “casi”
porque hubo un detalle que me saco de onda un poco, disculpen si lo comento, varios corredores orinando
de pie y en su mismo lugar, yo dije: “que pedo, quien me esta salpicando de
agua los pies”, pero al parecer esto era algo tan natural ya que nadie se
inmutaba, después de escuchar conversaciones que yo no entendía ni maíz
palomas, de buscar con la vista a algún latino, de sentirme extraño entre puros
europeos, se escucha el himno de Roma, los italianos emocionados cantando,
cuenta regresiva para el primer bloque y bang! Allá van, segundo bloque en el
cual me encuentro, son 8:40 a.m. cuenta regresiva, pistoletazo de salida y allá
vamos.
De inicio decido salir a 4min el kilómetro y jugármela
viendo si aguanto ese “ritmo”, por ahí van los pacers de 3horas y decido ir con
ellos, unos cuantos metros y siento que van lentos, igual ellos iban por 3horas
y yo llevaba el “ritmo” de 4, así que decido “jalar” y dejarlos.
Todo era fiesta, mucha gente apostada a los lados
animando y echando porras al por mayor, de repente entre ellos, una chica con
bandera mexicana me grita: “vamos México!!!”,
agradezco el gesto y contesto: “vamos!!!”.
En una de esas, un corredor me alcanza, corre a la par
conmigo escrutándome, al darse cuenta de donde soy me dice: “viva Messico!!!”, contesto: “viva México!!!” y me dice en
“español-italiano”, “bienvenido a Roma,
esto es la maratón de Roma aunque no es fácil, hay muchas subidas”, “si, es lo
que me han dicho, pero vamos a darle con fuerza”, “venga, con todo!!!”, se
queda.
La verdad pasar por tan bellos lugares, salir del Coliseo
romano, cuanta historia, pasar por Foro Di Augusto, Piazza Venezia, Teatro
Marcello, el Palatino, cruzar el rio Tiber, El Vaticano, por cierto, al pasar
por aquí, vi un grupo de religiosos, uno con sotana blanca y otros con negra
que miraban el paso de los maratonistas, después me entere que era el Papa
Francesco saludando y bendiciendo a los corredores, pasar cerca del estadio Olímpico
de Roma, en fin, bellísimos lugares que quedaran guardados en mi mente para
siempre.
Como todos los maratones, supongo, la primera parte todo
es felicidad y alegría, en la segunda viene la lucha del yo interior, de luchar
contra uno mismo, contra sus propios demonios, contra el querer claudicar y
seguir adelante, contra el ya camina total, en fin, el demostrar que yo puedo,
que estoy aquí porque amo lo que estoy haciendo.
Por el kilómetro 28 una subida como de unos 800 metros,
eso de conservar el “ritmo” a cuatro, se va convirtiendo en un espejismo, de
repente me pego a algún grupo e intento ir con ellos, algunos se dan cuenta y
asumen el rol de equipo, uno “jala” al grupo, de repente yo me coloco al frente
y también “jalo” un rato, y así vamos en hermandad-runner.
Cuando toca pasar por puntos donde el piso es piedra, que
fueron varios tramos de la ruta, sobre todo en las plazas y foros turísticos,
siento el golpeo en mis pies, pero #NiQuienSeRaje
Ya para el kilómetro 38 estamos corriendo sobre el piso
de piedra, aparte, es subida, como que cuesta trabajo, una vez subir, ahora
toca bajar y el golpeo en las piernas es fuerte, por un momento la mente me
dice que camine, o es el cansancio? pienso en lo que me dijo mi fisio, que si sentía en los últimos kilómetros que no podía, me los tomara, quiero
hacerlo, una mesa de abastecimiento de agua, intento tomar un vaso y disolver
dos alka seltzers boots, no hay suerte puesto que varios corredores rodean la
mesa saciando su sed, y los últimos kilómetros los hago a capela, es decir; sin
haber tomado agua, entramos a un paso a desnivel, el cambio de luz me marea
y por un momento corro a oscuras (por el mareo se me nublo la vista) y salgo,
ya voy en el kilómetro 40 y mi gamín marca 02h50min pienso que hay
posibilidades de poder hacer 3horas, a un lado me pasan los pacers de 3horas y
no tengo fuerzas para pegarme a ellos, ya sintiendo la meta cerca, me animo y
trato de correr lo más rápido que mis piernas lo permitan y al final y no sin
antes hacer el clásico avioncito, termino cruzando la meta en 03horas03minutos.
Feliz, contento, la verdad una experiencia inolvidable,
después de cruzar la meta, ahí esta el mexicano que vi en ruta, me acerco a
platicar con él, me dice que el ya radica en Roma, su tiempo fue de
03horas02minutos, y al saber que había salido el jueves de México, me felicita
diciendo: “nombre, hiciste un carreron”,
nos despedimos, pasar por el kit de recuperación, este consiste en una naranja,
un plátano y una bebida isotónica, la medalla, esta padrísima, después paso a
los masajes y de igual forma el masajista se sorprende al saber de mi viaje,
posteriormente me tomo los alka-seltzers y sin más tomo camino hacia el hotel.
Después recibir felicitaciones de mis amig@s, un baño y a
disfrutar lo que restaba del domingo paseando por las calles y sitios
turísticos de Roma.
Al siguiente día, o sea lunes, me levanto a las 4 a.m. y es que hay que tomar el regreso, mi vuelo de Roma a Francia sale a las 8:25 a.m. intento abordar el tren que me llevara al aeropuerto, el policía que resguarda la entrada no me deja y no le entiendo nada de lo que me dice, total que mi boleto era de 2da y el tren que intentaba abordar era de 1ra, decidí comprar el boleto de 1ra, y bueno en el aeropuerto, resulta que el vuelo se retrasó 30 minutos y existía la posibilidad de que perdiera el vuelo de conexión (Paris-México) querían enviarme a EEUU pero les dije que no tenía visa, total que entre todo, afortunadamente si alcance el vuelo solo que mi equipaje ya no y este se quedó un día más en Paris.
Pues así fue la odisea llamada Maratona Di Roma, de nuevo
muchas gracias a quien hizo posible este sueño, infinitamente gracias, gracias
a los que estuvieron pendientes de mi, a los que me ayudaron, a los que
mandaron sus buenas vibras, a mi entrenador, a mi team, a mi familia, en fin,
sobre todo gracias a ti que estas del otro lado del cristal, nos vemos en la
próxima!!!
Inolvidable aventura, mi estimado Titán. Seguramente permanecerá en tu memoria por el resto de tus días. Felicidades!
ResponderBorrar¿La ruta sí es tan difícil como dicen, con muchísimas subidas o es algo dentro de la normalidad de un maratón difícil pero no más que eso? Un abrazo!!
Así es mi buen Gerardo, una inolvidable historia, muchas gracias, pues lo segundo, un maratón difícil, tanto por las subidas como por el tipo de piso en varias partes, pero nada mas. Un abrazo amigo.
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