miércoles, 13 de febrero de 2013

LECCIONES DE VIDA

Llevamos un estilo de vida alejado de los valores que nos definen como seres humanos, no le damos importancia a muchas cosas que nos enseñan a actuar de la mejor forma y bueno, a veces por ahí vemos ciertas cosas que pasan en la vida, que queremos expresar nuestro punto de vista de forma personal, ya sea con los amables lectores y con la familia blooguera, hace algún tiempo en facebook circulaba esto:

UN GRAN GESTO DEPORTIVO!

Se ha hablado muy poco. En el cross de la localidad navarra de Burlada, sucedió un hecho el pasado domingo 2 de diciembre que nos ayuda a seguir creyendo en los valores del deporte.

El atleta keniano, Abel Mutai, medalla de oro de los 3.000 obstáculos hace cuatro meses en Londres, estaba a punto de ganar la prueba cuando, al entrar en una pista donde estaba la meta se creyó que ya había llegado , aflojó totalmente el paso y, relajado, comenzó a saludar al público creyendo vencedor. Lo que le venía detrás, Iván Fernández Anaya, al ver que se equivocaba y se paraba una decena de metros antes de la pancarta, no quiso aprovechar la ocasión para acelerar y ganar. Se quedó a su espalda, y gesticulando para que la entendiera y casi empujándolo, llevó al keniano hasta la meta, dejándolo pasar por delante.

Iván Fernández Anaya, un corredor vitoriano de 24 años que está considerado un atleta con mucho futuro (campeón de España de 5.000 metros en categoría promesas hace dos años) afirmó al terminar la prueba: "Aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el Europeo, no me habría aprovechado. Creo que es mejor lo que he hecho que si hubiera ganado. Y esto es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes , en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo vale, un gesto de honradez va muy bien ".
Lo decía al principio: desgraciadamente, se ha hablado muy poco de este gesto. Y es una lástima. En mi opinión, estaría bien explicarlo a los niños, para que no piensen que el deporte es únicamente lo que ven por la tele: patadas violentas a raudales, declaraciones pijos, dedos en los ojos de los contrarios ...


Y bueno, también quiero comentarles una anécdota que lei en cierta revista mexicana:


EL MESAJE DE LA SONRISA, por Rubén Romero

    Llevaban casi dos horas corriendo juntos. Andrés y Benjamín sabían que les faltaban menos de 15 minutos para llegar a la meta del Maratón Lala, que había sido designado selectivo mexicano para el maratón de los Juegos Olímpicos de Sídney, que se efectuaría unos meses más tarde. Corría el año 2000.

    Esa fue la primera vez que un maratón mexicano había sido designado selectivo para Juegos Olímpicos y el hecho había generado gran expectación en la comunidad atlética y en los medios de información, que gracias a eso podrían presenciar esa prueba.

    Benjamín Paredes, del Distrito Federal, y Andrés Espinosa, de Monclova, habían trabajado en equipo para enfrentar a corredores mexicanos más jóvenes, reconocidos por tener gran hambre de triunfo y ser altamente competitivos.



Andrés sabía que tanto él como Benjamín, su compadre y compañero de equipo, tenían prácticamente asegurada su clasificación ya que el resto de los competidores se había quedado muy atrás, luego de que en la primera mitad del maratón se habían enfrascado en un cerrado duelo con los corredores que aspiraban a ganar un lugar para representar a México en Sídney.

    Pero la experiencia de los dos corredores veteranos les estaba pagando buenos dividendos. Corrían a la altura del kilómetro 38, a un paso de tres minutos por kilómetro, y les faltaban minutos para cruzar la meta y asegurar los lugares en la delegación mexicana que representaría a México en Sídney.

    Pero la clasificación no lo era todo. Los organizadores del maratón habían ofrecido un coche de lujo al ganador si rompía el récord del evento, que además era el record nacional, lo que significaba triplicar los 100 mil pesos ofrecidos al primer lugar, mientras que el segundo recibiría 80 mil pesos.

    Entre los reporteros de la camioneta de prensa, que se desplazaba delante de los corredores, se estimaba que al paso que corrían romperían el record del Maratón por más de un minuto. La clasificación y el record parecían estar a la vista. Lo que faltaba era saber quien se llevaría el coche de lujo.

    Andrés y Benjamín eran compañeros de cuarto en el hotel, y la noche anterior al maratón Andrés había contestado a una llamada telefónica que era para Benjamín, que en ese momento no estaba en la habitación, para avisarle el fallecimiento de su suegra esa tarde, con quien él tenía una gran cercanía.

    Fue un desenlace que si bien ya era esperado, no lo era para esos días y menos en la víspera del maratón. Los compañeros del club sugirieron guardar la información hasta el final de la carrera, ya que no había mucho que pudieran hacer para regresar antes a la Ciudad de México, y la familia había estado de acuerdo en esperarlo para el funeral.

    En eso pensaba Andrés cuando faltaban unos minutos para llegar a la meta, en el momento que percibió un leve 

aumento en la frecuencia del paso de su compadre y el singular jadeo que ocasiona el sobre esfuerzo. Benjamín parecía estar resintiendo el desgaste ocasionado por la preocupación de la enfermedad de su suegra de los últimos días.

    La camioneta de prensa salió del trayecto en el kilómetro 39 para dirigirse a la meta. Solo quedó delante de los corredores el carro guía indicándoles el camino y mostrándoles el tiempo transcurrido en el reloj digital. Ambos corrieron juntos los últimos kilómetros. Si hubo algún diálogo o alguna comunicación entre ellos nadie lo pudo percibir.

    Al salir de la última curva del trayecto entraron a la recta final, de unos 500 metros. Los más de tres mil espectadores que abarrotaban las gradas se pusieron de pié al ver sus siluetas a la distancia, como impulsados por un presentimiento que les hacia anticipar un cierre de los que pocas veces se ve en un maratón.

    El carro guía salió se salió del trayecto al pasar la marca del kilómetro 42, a 200 metros para la meta y los espectadores tuvieron ante a si a los corredores, quienes avanzaban hacia la meta a un paso rápido, corriendo literalmente “codo a codo”.

    Los últimos 50 metros fueron electrizantes y los gritos de los espectadores eran ensordecedores, pero subieron de nivel cuando faltando 20 metros para la meta los corredores se tomaron de la mano; la derecha de Espinosa con la izquierda de Paredes, para cruzar la meta con sus manos firmemente sujetas y levantadas a todo lo alto, simbolizando la llegada de un solo cuerpo, expresando así su decisión, en el sentido de que ninguno de los dos merecía perder.

    Cruzar la meta de esa manera es un manifiesto del más alto deportivismo, que expresa en una de las más puras y más limpias formas de competencia.

    Andrés y Benjamín habían roto el record del Maratón por más de un minuto, estableciendo un nuevo record nacional, con un cierre que fue histórico, imposible ser superado, ya que no hubo diferencia de cronometraje entre los dos corredores. Paredes y Espinosa habían cruzado juntos la marca del medio maratón en un tiempo de 1h 05' 40", mientras que la segunda parte la corrieron en 1h 05' 44", apenas cuatro segundos más lenta que la primera, lo que en el maratón se conoce como "correr por nota". Una carrera perfecta.

    Pero faltaba la definición del primer lugar, en una competencia en la que no se contaba equipo de “Foto Finish”. No es usual que en un maratón los ganadores lleguen a la meta con ese tipo de diferencia, por lo que los jueces declararon un ganador de acuerdo con su mejor apreciación. Así lo marcaba el reglamento.

    El jefe de jueces decidió que el primer lugar correspondía a Benjamín. Al juez le pareció que el pecho de Paredes cruzó la meta un poco antes que el de Espinosa. Ese fue el resultado oficial, y el coche de lujo fue Paredes.

    Pero si los corredores tuvieron su gesto de nobleza, los organizadores no fueron menos. Aunque la convocatoria establecía que el automóvil sería para el primer lugar, el presidente del consejo directivo de Lala, quien era uno de los espectadores, decidió premiar a los corredores con un segundo automóvil, idéntico al primero, de tal suerte que ambos fueron premiados por igual.

     Al final del evento, y cuando ya había pasado la euforia de la llegada y de la premiación, un reportero se acercó a Espinosa y le hizo una sola pregunta: ¿lo esperaste?. Andrés no respondió. Se limitó a esbozar una sonrisa.


 

Anécdotas tan bonitas como estas, podríamos encontrar muchas dentro del mundo del atletismo, desgraciadamente este también se ve empañado con casos como el reciente dopaje del hasta hace poco gran Lance Armstrong, hoy en dia es tema de platica entre la gente que nunca le había interesado los logros que había obtenido antes de que se regara la noticia de que todo aquello que consiguió, fue gracias al dopaje.


Es increíble que una persona que en su momento fue el héroe de muchos, hoy se haya derrumbado su imperio, y no se trata de hacer leña del árbol caído, es mas, ni siquiera debería de estar hablando de él, ya en muchos lados se habla del caso, pero comparto la opinión de mi amigo y bloguero Raul el del Rincon del korrecaminos, donde comenta que son mejores los atletas recreativos o populares, porque día a día nos esforzamos por cada vez ser mejores en el mundo de las carreras, a pesar de las obligaciones que debemos cumplir al día, motivo por el cual debemos desmañanarnos para poder entrenar, trabajar, estudiar, atender las múltiples labores domesticas, solo por el hecho de amar lo que hacemos, porque por ese amor, tratamos mantener limpio el atletismo, y eso de alguna forma y como dice la primer anécdota, son valores que debemos inculcar a los pequeñines, dicen por ahí que lo importante no es competir, ja! y si no fuera cierto, entonces por que los de Asdeporte inventaron lo del ranking, ja ja ja!!! no, es una pequeña broma estudiantil, pero es cierto, enseñarles a los niños que lo bonito de esto es participar, y todos sabemos que esto lo podemos trasladar a la vida diaria, que sean más participativos en clases.

Hay ocasiones que se dan noticias malas, de accidentes de deportistas profesionales, como el caso tan sonado del paraguayo Salvador Cabañas donde la madrugada del 25 de enero de 2010, recibió un balazo en la cabeza, y yo me pregunto; que diablos hacia un atleta en un bar en la madrugada, alguien que es ejemplo e ídolo de mucha gente incluidos los niños.

O hace poco, también al exmedallista olimpico y marchista Noé Hernández quien en los juegos de Sydney 2000, obtuvo la medalla de plata  gracias a la descalificación del primer lugar del también mexicano, Bernardo Segura, porque resulta que este, en el momento que recibía las felicitaciones del presidente del país, le informan que ha sido descalificado, Noé había quedado en cuarto y al suceder esto, pasaría a ocupar la tercer plaza, pero bueno, regresando al punto, la madrugada del 30 de diciembre del año pasado, en un bar recibió un balazo en la cabeza, después de varias operaciones quirúrgicas, el 8 de enero fue dado de alta para en pocos días fallecer y vuelvo a lo mismo, que hacía en la madrugada en un bar,que quede claro que tampoco trato de empañar la imagén de una gloria olimpica y es una verdadera lastima esta perdida.

Pues para terminar, como adultos tratemos de ser personas honestas y responsables y tratemos de inculcar a los niños buenos valores para que cuando sean adultos, lleven un buen estilo de vida y sean honestos en lo que les corresponda hacer.

Bueno, ese es mi punto de vista, y ustedes que opinan?

 



6 comentarios:

  1. Titan me quedo con los gestos de deportividad en el deporte... si quieres que te diga la verdad de los tramposos no me importa nada de nada.... haya cada uno con su vida, pero si a todo aquel que pillan lo inabilitaran de por vida, mas de uno se lo pensaria para tomar sustancias dopantes.

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    1. Dicen; de lo malo lo bueno, je je je!!!Eso si Rafa, cada quien, tarde que temprano la vida lo coloca donde debe de estar.
      Un abrazo hermano.

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  2. Gestos como el de navarra, dignifican este bonito deporte,
    fue sin duda un noble gesto
    un abrazo titán

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    1. Eso es lo bonito del deporte, cuando realmente amas lo que haces, estuvo padre eso.
      De igual forma Javier, recibe un fuerte abrazo.

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  3. Joder menos mal que lo de tus compatriotas acabó bien, pensé que en la recta el otro le soltaba lo de la suegra.

    En cuanto al navarro, dice mucho de la clase de persona y la buena educación que le dieron sus padres, ya deberían aprender muchos en mi país.

    del último personaje, mejor no escribir nada, es el mayor desprecio.

    salu2 hermano mauricio.

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    1. Ja ja ja!!! Si no somos tan malos mi buen David, esa es la parte que debemos de asumir hoy en dia nosotros los adultos con los pequeñines, supongo que te refieres a Lance y tienes toda la razon, un imperio basado en mentiras derrumbado.
      Un abrazo David.

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